22 de junio de 2012

LA RED UNIÓN LATINOAMERICANA DE MUJERES  POR EL DERECHO A DEFENDER  NUESTROS DERECHOS -ULAM-

Ante la Cumbre de la Tierra Río+20 - Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable- a celebrarse del 20 al 22 de junio de 2012 en Río de Janeiro, Brasil

NOS PRONUNCIAMOS
Como organización de Mujeres, que centra su trabajo en la defensa de las mujeres víctimas de las graves violaciones de derechos humanos cometidas por las empresas mineras, en nuestros países, comunidades y territorios exponemos nuestra preocupación por:

  1. A pesar que el objetivo de Rio+20 es continuar la discusión sobre como impulsar el desarrollo sustentable de los pueblos y frenar la destrucción ambiental, las mujeres y organizaciones pertenecientes a la Red Latinoamericana de Mujeres (ULAM) nos preocupa que no aparezca en la agenda de discusiones las actividades de la industria extractiva como un factor determinante de destrucción y contaminación ambiental, impactando seriamente en la vida y el desarrollo de nuestros pueblos.

  1. En los documentos que se sometieron al análisis y discusión  no se mencionan qué medidas se tomarán para limitar la expansión de las actividades mineras, su impacto en el ambiente y en la vida de nuestros pueblos y comunidades.

  1. Que se pretenda no establecer regulaciones, salvaguardas, sanciones y límites al avance y avaricia desmedida de las empresas mineras; a  pesar  que nosotras diariamente sufrimos cuando toman posesión de los territorios ancestrales y pasan por encima de la vida humana, el medio ambiente y la Madre Naturaleza. Día a día somos testigas de los aberrantes abusos de las empresas mineras, que violentando flagrantemente e ignorando el consentimiento, previo, libre e informado de las poblaciones, toman posesión de territorios ancestrales.

  1. En Rio+20  se identifica la pobreza como un reto, sin embargo no se considera como la minería empobrece a las comunidades rurales e indígenas y en particular a las mujeres - uno de los grupos más vulnerables -.

DENUNCIAMOS
Que este "descuido" imperdonable le permitirá a las corporaciones, transnacionales y empresas mineras no solo continuar vulnerando libremente el derecho a la vida, el derecho a la salud, el derecho al territorio,  el derecho al agua, derecho a los alimentos  y a un ambiente libre de contaminación sino también impulsar su trillado discurso de desarrollo para los pueblos pobres irónicamente legítimos dueños del territorio donde las empresas mineras sacan tanta riqueza.

Que día a día enfrentamos una serie innumerable de graves violaciones de derechos humanos; asesinatos, criminalización de hombre y mujeres defensoras – encarcelamiento, persecución judicial – destrucción del tejido social de las comunidades y otros abusos; por la defensa de la madre tierra como fuente de vida y de todo lo que en ella existe

Que a pesar que se identifica la pobreza como un reto, no se considera a la actividad minera como factor determinante del conflicto social, del empobrecimiento económico y cultural que sufren las  comunidades rurales e indígenas y en particular  las mujeres indígenas -  uno de los grupos más vulnerables en la región latinoamericana.

EXIGIMOS
Que en la Cumbre de la Tierra, se sancionen todas aquellas actividades que provocan la destrucción del medio ambiente,  la contaminación, y que son responsables del  cambio climático nefasto que azotan nuestros pueblos.

Que ratifiquen la soberanía, la autodeterminación, e independencia  de nuestros pueblos, para tomar sus propias decisiones sobre la administración de sus territorios, sus recursos y su vida; derechos reconocidos en normas internacionales.

El establecimiento de regulaciones, salvaguardas y prohibiciones porque para nosotras la Minería significa una fuente permanente de violaciones de Derechos Humanos en donde las Mujeres son las víctimas directas.

Que en esta cumbre se consolide un  liderazgo fuerte de los Estados para hacer respetar los derechos humanos y colectivos, en particular el derecho al consentimiento previo, libre e informado a las comunidades afectadas, tal y como lo establecen los instrumentos internacionales y en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo y el Protocolo de Nagoya.

Que en esta cumbre se exalte la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia.

RECHAZAMOS
La mal llamada “Economía Verde” porque le poner un precio de mercado a la naturaleza y continúa con el saqueo de los recursos naturales no renovables.

Que el Programa para el Medio Ambiente de la ONU y el Programa para el Desarrollo de la ONU (PNUD), estén comprometidos con la  “Economía Verde” cuando estas instituciones son testigas del clamor de los pueblos originarios  y  han recibido miles de quejas, peticiones de intervención de los pueblos originarios quienes  ven en la ONU una esperanza de trabajo colectivo para lograr que la defensa de los  Derechos humanos y de la naturaleza se hagan una realidad.

 UNIMOS
Nuestras voces a todas las organizaciones, y personas en especial al clamor de  los pueblos originarios  que se han pronunciado en el sentido de que la “Economía Verde”  al fijarle precio a los ecosistemas tendrá como resultado la comercialización del ''capital natural'' del planeta, la aparición de mayores riesgos para la biosfera y la destrucción de los modos de vida de los pueblos originarios y las comunidades rurales. Todo ello tendrá un grave impacto en la vida de las mujeres y  niñas.

ULAM Exige: Justicia por la vida de la mujer, Justicia por la Madre Tierra; Justicia por el Planeta

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