EDITORIAL
WVA 12 (22 abril 2015)
22 DE ABRIL, DÍA MUNDIAL DE LA MADRE TIERRA
Nuestro pequeño
y hermoso planeta azul tiene aproximadamente
4 mil 470 millones de años. Esos miles de millones de
años de evolución llevaron a la conformación de los bosques, las selvas,
montañas, ríos, mares, especies de plantas y animales que hoy convivimos en la
Tierra.
Según la investigación científica, la evolución de los
primates, que llevó a la aparición de la especie humana, se habría iniciado hace
70 millones de años. Recién entre los 200 y 100 mil años atrás aparece el HOMO
SAPIENS, el ser humano moderno. Es decir, el tiempo de existencia de la especie
humana es minúsculo en comparación con la edad de la Tierra, sin embargo, hemos
modificado el planeta como ninguna otra, sobre todo con la constitución de la
sociedad capitalista, la cual se consolidó hace poco más de tres siglos (300
años), causando una destrucción sin precedentes de los ecosistemas terrestres
que demoraron miles de millones de años en formarse.
Frágiles y fundamentales ecosistemas como los páramos, están
siendo alterados de manera irreversible con diversas actividades, entre ellas
la minería, por la arrolladora necesidad de expansión, concentración y
centralización de riqueza del capital transnacional.
Los páramos son verdaderas fábricas de agua, por lo que al perturbarlos
se pone en riesgo cuencas y subcuencas hídricas que irrigan extensas zonas. Las
delicadas funciones de captación, retención, infiltración del agua que cumplen
los ecosistemas de páramo se dañan de manera irreparable al alterar el suelo y
la vegetación.
Estudios realizados en los páramos andinos en Colombia dan
cuenta de que estos abastecen del 70% de agua a la población del vecino país. Sin
embargo en el municipio de Tasco de la provincia de Valderrama en el
departamento de Boyacá, la explotación minera de carbón deja daños
irreversibles en los páramos con el drenaje ácido de minas.
En un informe de diciembre de 2013, Greenpace Colombia señala
que: “Estas
aguas acidas son consecuencia del proceso de trituración y lavado del carbón,
que liberan metales y químicos altamente tóxicos, contaminando no solo los
cursos naturales de agua, sino también el suelo y la vegetación. Además, cuando
las minas son abandonadas, el agua de lluvia reacciona con la roca expuesta
causando la oxidación de minerales de sulfuro de metal. Esta reacción libera
hierro, aluminio, cadmio y cobre en el sistema de aguas circundantes.”
Este es sólo un ejemplo de la abundante
evidencia científica de los terribles daños ambientales y sociales que la
minería provoca en ecosistemas vulnerables de páramo, y sin embargo, para el
2010, 12,53% de los páramos de Ecuador estaban concesionados para la minería, y, dos de
los mega proyectos definidos como “de interés nacional” por gobierno actual,
estos son el proyecto minero Loma Larga (anteriormente Quimsacocha) y Río
Blanco, están situados en bosques protectores del Macizo del Cajas en el páramo
andino de Azuay.
Aunque el gobierno se llena la boca del supuesto avance que
representa haber reconocidos los derechos de la naturaleza en la Constitución,
lo que ocurre en realidad es que se privilegia las demandas del capital
transnacional, sin importar los daños a la Pachamama. Para muestra un botón:
según un informe del Instituto Francés BRGM contratado por el Municipio de
Cuenca en 2013, no existe ni en la zona de Quimsacocha, ni en la de Río Blanco,
estudios sobre las aguas subterráneas. Además de las revisiones que se ha hecho
del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto Río Blanco, ya aprobado por el
Ministerio de Ambiente, la información sobre el agua es incompleta, desactualizada,
y no contiene la real cantidad que demandará el proyecto. Y en estas
condiciones el gobierno se empeña en lleva adelante la minería en los páramos.
En el supuesto no consentido de que se explotara el oro, no podremos ni siquiera
evaluar a ciencia cierta los impactos sobre el agua y jamás sabremos todo lo
que perdimos.
Hay que recordar además que la empresa minera Cornerstone
tiene la concesión de 45 mil hectáreas en los páramos azuayos y que se viene un
nuevo “remate”, (¡atención!), “subasta pública” de más territorios para
actividades mineras, porque el gobierno, respaldado por el silencio cómplice de
las autoridades locales, está dispuesto a seguir con esta entrega de nuestros
ecosistemas al capital transnacional, violando derechos de las comunidades como
la información y Consulta Previa y los de la naturaleza, colocando así a
nuestra Pachamama en la más absoluta inseguridad jurídica y total indefensión,
el nefasto precedente del desacato al Mandato Minero emitido por la Asamblea
Constituyente de 2008, es prueba de esto.
En este día en el que todas y todos estamos llamados a
reflexionar sobre la grave situación a la que el sistema capitalista ha llevado
a nuestro planeta, es necesario analizar si vale la pena destruir ecosistemas
que a nuestra Madre Tierra le tomó miles de millones de años parir, tan sólo
para satisfacer la necesidad de generar ganancias para unas cuantas
corporaciones transnacionales y sus aliados nacionales.
Contáctenos en FACEBOOK: Defensoras de la Pachamama
También en TWITTER: @DefensorasPacha
Y en YOUTUBE: DefensorasPachamama
COMISION DE COMUNICACIÓN DEL
FRENTE DE MUJERES DEFENSORAS DE LA PACHAMAMA
Contact us on FACEBOOK: Defensoras de la Pachamama
Also on TWITTER: @DefensorasPacha
And on YOUTUBE: DefensorasPachamama
GROUP OF COMMUNICATION OF THE
WOMEN DEFENDERS OF THE PACHAMAMA FRONT
Contactez-nous sur FACEBOOK : Defensoras de la Pachamama
Aussi sur Twitter : @DefensorasPacha
YOUTUBE: DefensorasPachamama
COMMISSION DES COMMUNICATIONS DU
FRONT DES FEMMES DÉFENSEURES DE LA PACHAMAMA
No hay comentarios:
Publicar un comentario